Heroica Batalla en el Kibbutz Kfar Aza: 80 Bajaron en un Inesperado Combate
En la entrada del idílico Kibbutz Kfar Aza, ubicado en la región de Gaza, aún reposa el cuerpo de un terrorista de Hamas, quien cruzó la conflictiva Franja con la intención de perpetrar atroces actos contra la población judía. El cadáver yace en un estado avanzado de descomposición, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) trabajan en su traslado a la morgue, una tarea que se torna desafiante.
En los últimos días, las FDI han recuperado los cuerpos de 80 combatientes de Hamas, mientras se preparan para un inminente asalto a Gaza, un conflicto que promete reconfigurar el panorama geopolítico del Medio Oriente. La evolución de la migración masiva de más de 500,000 palestinos, quienes intentan escapar de una guerra que podría estallar antes de que finalice octubre, demora el inicio de la contienda.
Este enfrentamiento épico tuvo lugar en el Kibbutz Kfar Aza, situado a escasos dos kilómetros de la Franja de Gaza, donde un reducido grupo de civiles y militares israelíes se enfrentó a una extensa célula terrorista armada hasta los dientes. Más de cien terroristas ingresaron sigilosamente por un portón trasero en plena oscuridad, sembrando caos y destrucción a su paso. Los sonidos de la metralla y las explosiones alertaron a la comunidad sobre el inminente peligro.
La valiente resistencia resultó en un enfrentamiento que no estaba en los planes de Hamas. Las bajas se acumularon en ambos bandos. Un desgarrador ejemplo del horror que se vivió fue el incendio de una vivienda, donde cuatro civiles judíos se negaron a morir y entregar su hogar. Los terroristas incendiaron la casa y luego dispararon a los cuerpos calcinados. La pareja, cuyos cuerpos carbonizados fueron hallados abrazados en medio de la sala, simboliza la lucha y la resistencia inquebrantable.
Cada célula terrorista tenía un plan meticulosamente trazado, pero la feroz resistencia en Kfar Aza perturbó sus cronogramas. La operación se extendió tres horas más allá de lo previsto, y finalmente, Hamas logró hacerse con el control del Kibbutz, a un alto costo que incluyó la vida de ochenta fedayines, encontrados sin vida en los pasillos y jardines de Kfar Aza.
Los terroristas, entrenados por Irán en campos bajo la influencia de Hezbollah en el sur de Líbano, cometieron actos brutales durante el ataque. Durante una inspección del escenario de batalla, este enviado especial presenció a dos terroristas sin vida, uno de ellos aún sin embalar en una bolsa negra, a la espera de ser trasladado a la morgue forense.
El ejército israelí también recuperó los cuerpos de sus ciudadanos caídos en combate o asesinados por los terroristas. Los cuerpos de las víctimas judías fueron ultrajados, y los pocos sobrevivientes se encuentran en manos de Hamas, donde enfrentan un destino incierto. Aún no se dispone de una cifra precisa de los fallecidos en Kfar Aza, ni de los secuestrados que permanecen a merced de la organización fundamentalista.
El Kibbutz Kfar Aza ha quedado arrasado tras los enfrentamientos entre sus residentes y los terroristas. Ahora, el ejército de Israel protege la zona, en la espera de lo que se avecina.